Brugge Blomme es un hito en el arte de hacer queso del cual nuestros maestros queseros pueden estar legítimamente orgullosos. Gracias a su maduración en bodegas de envejecimiento, tiene una deliciosa corteza que es suave y crujiente a la vez. Este queso elegante tiene un sabor aterciopelado inimitable.
Sobra decir que el queso Brugge Blomme queda muy rico así sin nada, como tapa, pero pruébalo también para gratinar una rebanada sobre ostras al horno o en una quesadilla mexicana.