150 g de Brugge Oud rallado
3 g de levadura fresca
200 ml de agua tibia
500 g de harina para pizza
75 g de mantequilla Brugge
1 cucharada de sal marina gruesa o en escamas
3 chalotas y albahaca en hoja
Disuelva la levadura en agua tibia
Amase la harina en un recipiente grande junto con la levadura disuelta, 50 g de queso y 25 g de mantequilla derretida. Amase hasta obtener una masa elástica y, si es necesario, añada un poco de agua o harina. Después déjela elevar una hora en un lugar sin corriente hasta que duplique su volumen.
Precaliente el horno a 200 °C.
Cubra una fuente de horno con papel vegetal.
Golpee la masa varias veces y extiéndala sobre la bandeja de horno con 2 cm de grosor.
Agujeree la masa con las yemas de los dedos.
Después mezcle el resto del queso con la chalota, la sal y 50 g de mantequilla derretida
Extienda bien la mezcla sobre la masa y hornee 30 minutos a 200 °C hasta que se dore.
Deje enfriar y sirva como aperitivo en trozos con tomates cherry y albahaca.